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3 comentarios:
“LOS FABELMAN” (Steven Spielberg, 2022)
En poco espacio de tiempo hemos asistido a relatos más o menos autobiográficos de directores, Cuarón con “Roma”, Sorrentino con “Fue la mano de Dios” o Brannagh con “Belfast”. A esta tendencia, nada nueva y sobre la que no cabe extenderse ahora, se suma Spielberg con retazos de su infancia, adolescencia y juventud. Solo que al lado de las antes citadas (y sin haber podido ver aún la de Sorrentino), esto del Espilberg parece un capítulo de Los Serrano (en el supuesto de que yo hubiera visto algún capítulo de Los Serrano).
Dicen que Espilberg se esperó a la muerte de sus padres para narrar esta historia (su padre murió en 2020 a los 103 años), supongo que para no ofenderlos. A quien sí ha ofendido es al resto de la Humanidad. Menudo coñazo de película.
Aburrida hasta la extenuación, reiterativa con el tema de la madre, absurda en algunas situaciones, me tenía tan exasperado que a la hora, si hubiera ido solo, me hubiera levantado y me hubiera ido del cine sin ningún remordimiento. Y aquí ya digo que igual hago algún “spoiler”, por si alguien tiene interés en verla.
Ni la más mínima emoción he sentido, ni interés, ni humor, ni pena, nada, la nada más absoluta. Tan solo apatía y tedio. Me daba por pensar en irme a hacer algo más entretenido, no sé, pintar el pasillo de casa y ponerme a mirar cómo se seca la pintura… Incluso he llegado a pensar que ojalá me hubiera dado por entrar a ver la del Gerard Butler, y eso ya es gordo…
El supuesto amor al cine, que seguro que lo tiene, y yo también, tan solo me ha resultado atrayente en los pocos minutos en los que, cuando niño, asiste en el cine a la proyección de “El mayor espectáculo del mundo”. Todos los momentos en los que no estaba de cuitas con su familia o con los capullos del instituto dejan poco espacio a cuando se mete a hacer chorradillas con la cámara, y tampoco eran secuencias que de por sí sean relevantes ni atractivas.
El instituto… Un nuevo episodio de bulling… bulyng… bullyn…de acoso, coño, ya tanto palabro, que ya hemos visto en cientos de películas y que aquí parecían extractos de algún bodrio ochentero. Y el no va más es cuando, tras la proyección de su reportaje de los alumnos en la playa, el chulito va a él y le dice lo que le dice y reacciona como reacciona… De lo más ridículo que he visto en mucho tiempo. No sé si es que lo vivió así el de la gorra, o que no lo ha sabido contar (y eso que oficio y saber, cuando quiere, lo tiene), pero todos esos momentos junto a las taquillas me provocaban vergüenza ajena.
En fin, creo que ha quedado claro que no me ha gustado. Durante el tormento me daba por pensar, ya que anoche vimos “Modelo 77” que, aunque con un tercio de la trayectoria del yanqui, Alberto Rodriguez me parece, en comparación, un director mucho más interesante, sólido, solvente y con muchas más cosas por contar que el famoso Rey Midas de Hollywood…
Pd.- El final, cuando logra ver a cierto director (si la vais a ver no miréis quién lo interpreta, a ver si lo adivináis: yo no lo he sabido), parecía que iba a remontar ese aspecto de amor por el cine, pero ha sido un pequeño suspiro –entre tanto bostezo-.
Posi, Fableman un tostón de Honk Kong, la familia burguesa más sosa y más de plástico del universo, contandonos en dos horas y media lo que serían 2 minutos de "Fue la mano de Dios". Para que veamos que poco conflicto tenian los judios en USA si habia pasta. Spielberg buen artesano, pero artificial, artificioso y salvo el caso de Munich 72, cuando toca un tema importante lo transforma en una zarzuela. Los pinitos del cine del niño podrigio poco interesantes. "El imperio de la luz" es mejor homenaje al cine dentro de ser una película superhumilde. Esto es un homenaje de Spielberg a sus huevos morenos despues de ver la de Sorrentino, aprovechando para desempolver un guión viejo.
No estoy de acuerdo con ninguno de los dos comentarios, pero no voy a añadir nada más a lo dicho en el programa.
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