viernes, 23 de febrero de 2018

Klartelera 22-02-2018

Descargar en Google Drive
 
  1. La forma del agua (37 min)
  2. The Party (1:10 h)
  3. Cuando dejes de quererme (1:16 h)
  4. Deber cumplido (1.28 h)
  5. Black Panther (1:38 h)
  6. Boonie Bears y el gran secreto (1:45 h)
Recomendaciones (1:48 h): La forma del agua, The Party, The Florida Project, Amazona, Detroit, Los archivos del Pentágono, Tres anuncios en las afueras, El gran showman

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Pedro Varela estuvo más de un año en prisión por negar el holocausto y la librería Europa está cerrada por vender libros prohibidos. En ningún gran medio de comunicación se han debatido estos ataques a la libertad de expresión de la misma manera como se ha hecho con esos ataques que habéis comentado. Y mucho menos se le ha dado la posibilidad de defenderse en alguna televisión. Como Varela ha dicho en alguna ocasión, si te acusan de ser un delincuente común, tendrás ocasión de demostrar tu inocencia; si te acusan de ser un terrorista, tienes una posibilidad de defenderte. Pero si te acusan de ser un nazi, entonces estás perdido.

Anónimo dijo...

El único caso donde tengo dudas sobre la absoluta libertad de expresión es si esa libertad implica fomentar o exaltar un genocidio o el exterminio de otros seres humanos, como es el caso de la apología nazi o casos extremos de machismo. O,evidentemente, las amenazas. Puede ser comparable, pero no es lo mismo.

Samuel Sebastian dijo...

Hola anónimo, solo unas aclaraciones para entender la diferencia entre lo que es la apología del nazismo (y otros delitos similares) y las razones por las que decenas de raperos, tuiteros, etc. están encausados hoy en día por delitos de injurias:

En primer lugar, hay una jurisprudencia consolidada desde hace más de cuarenta años en torno a lo que es apología del nazismo (o del genocidio o en general de lo que se consideran como delitos de lesa humanidad) y consiste en que está prohibido difundir textos, imágenes, programas, etc. cuyo único propósito sea el defender estos delitos, y particularmente el de genocidio, sin ninguna otra consideración. Según esta jurisprudencia, se excluyen por ejemplo obras artísticas que tengan una elaboración estética, por ejemplo una novela en la que el protagonista sea un nazi negacionista, etc. A veces la separación entre uno y otro puede ser borrosa, pero ante la duda se considera que siempre prevalece la libertad de expresión.
Varela (y conozco el caso bien porque vivía en la misma calle de la librería) no está condenado por negacionista, algo que desgraciadamente no es delito en España, sino por poseer material que defendía el genocidio nazi. Este material no estaba destinado a un estudio histórico sino, por el contrario, a propagar ideas genocidas. Y, por cierto, no creo que ser nazi esté del todo mal visto en España, de hecho es público que hay espacios como el Hogar Social de Madrid que difunde ideas y una estética nazi y también que en las manifestaciones de derechas (ni siquiera de extrema derecha) aparece la simbología nazi y no hay ningún detenido, como puedes leer aquí
Esta diferenciación es la que hace que conozcamos hoy en día la obra de Leni Riefenstahl, cuya calidad estética nadie pone en duda, y no una gran cantidad de películas nazis (algunas en coproducción con España) que se realizaron en la misma época.

Por otro lado, lo que hace injusto el hecho de que raperos, tuiteros, artistas etc. estén encausados por delitos de injurias es porque ellos utilizan el arte o el humor, ámbitos en los que la libertad de expresión siempre ha sido más laxa, para expresar sus ideas. Es más, en el caso de los raperos se refieren a la corona y las instituciones del Estado que, como ha afirmado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en varias sentencias, son instituciones que están más expuestas a este tipo de críticas y debe ser así precisamente por salud democrática, porque si no, no estaría permitida una conciencia crítica social.

Espero haber resuelto tus dudas, en todo caso y ya que estamos en un programa de cine, hay una gran película sobre la libertad de expresión y aunque se refiere a la pornografía se puede aplicar a otros ámbitos y es "El escándalo de Larry Flynt" de Milos Forman.

Anónimo dijo...

¿Os imagináis a un juez enviando a prisión a un librero comunista por vender libros de Stalin y negar o justificar los millones de muertos del estalinismo? ¿Cómo reaccionarían los medios de comunicación ante el cierre de una librería comunista?

Samuel Sebastian dijo...

Anónimo, ese tipo de equidistancias ideológicas, aparentemente provocadoras, no conducen a nada: parten de supuestos completamente diferentes, no aportan nada a la cuestión de fondo (la existencia de los delitos de odio) ni tampoco aportan una nueva perspectiva a la historia. En todo caso, si quieres documentarte sobre esta cuestión, puedes comprar El manifiesto comunista o Mi lucha en cualquier librería, incluso en Alemania, sin ningún problema y te servirá para documentarte antes de comenzar este tipo de (anónimos) debates.